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lunes, 22 de marzo de 2010

DIA MUNDIAL DEL AGUA 2010, AGUA LIMPIA PARA UN MUNDO SANO


Según lo establece la Resolución A/RES/47/193, dictada por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) el 22 de diciembre del año 1993, cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua. Dicha resolución nació por recomendaciones finales de la Conferencia de la ONU sobre Medio Ambiente y Desarrollo  (Capitulo 18 de la Agenda 21) e insta a todos los Países a celebrar el 22 de marzo, fomentando la necesidad de proteger y conservar los Recursos Hídricos, sobre todo recomienda a los Gobiernos adoptar Medidas y Políticas Públicas respecto a este tema.

Para este año, el Lema elegido por la ONU es CLEAN WATER FOR HEALTHY WORLD”, en nuestro idioma “AGUA LIMPIA PARA UN MUNDO SANO”, con el objeto de demostrar que en la gestión de los Recursos Hídricos la Calidad es tan importante como la Cantidad, de nada serviría que se nos garantice Agua, cuando esta se encuentra contaminada y no es apta para consumirla.

Las actividades que se realizarán durante el Día Mundial del Agua de este año, están orientadas a transmitir la necesidad de acceder al Agua Potable con Calidad, mantener los Ecosistemas Sanos, Garantizar la Salud y Calidad de Vida de los Seres Humanos y tienen por objeto:
ü  Fomentar la concientización colectiva referida a la Conservación de Ecosistemas Sanos y del Bienestar Humano abordando los crecientes desafíos en relación con la calidad del agua.

ü  Difundir el tema de la Calidad del Agua, exhortando a Gobiernos, Organizaciones, Comunidades y Personas en todo el Mundo a que adopten medidas en relación con ese tema y realicen actividades de Prevención de la Contaminación  de los Recursos Hídricos.

Se tiene contemplado la realización de un Dialogo sobre Políticas Públicas dirigido a lograr un Compromiso Mundial sobre  los desafíos que representa Garantizar Agua con Calidad y Continuidad, divulgando la urgente necesidad de adoptar medidas para hacer frente a los problemas relacionados con la Calidad del Agua.

¿Por qué es tan importante la Calidad del Agua?
El Agua es un Recurso limitado, sin embargo es esencial para la Salud y Vida de los Seres Humanos, nadie es capaz de vivir sin este vital líquido.  El Derecho Humano al Agua es indispensable para vivir dignamente y es un requisito previo para la realización y garantía de otros Derechos Humanos, cuando se  garantiza Agua Potable con Calidad, se está asegurando el Consagrado Derecho  a la Vida y a la Salud.

Tanto en Países Subdesarrollados como en los Desarrollados existen serios problemas en cuanto a la gestión de los Recursos Hídricos, más de 1,000 millones de personas carecen  de un suministro suficiente de agua y varios miles de millones no tienen acceso a Servicios Adecuados de Saneamiento, lo cual constituye la principal causa de contaminación del Agua y de las enfermedades relacionadas con el Agua. La Contaminación acelerada del Medio Ambiente en general y en particular de los Recursos Hídricos y su distribución desigual contribuye al aumento de la pobreza en el Mundo, especialmente en los Países en Vías de Desarrollo.

El Derecho Humano al Agua, es el derecho de todos a disponer de agua suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible para el Uso Personal y Doméstico.

Más de la mitad de la población mundial no tienen acceso a Recursos Hídricos con Calidad, el problema es que consumir agua contaminada es origen de aproximadamente el 80 por ciento de las Enfermedades Humanas.
1,100 millones de personas carecen de un abastecimiento de Agua capaz de suministrar 20 litros de Agua en el día por persona.
2,400 millones de personas no tienen acceso a servicios de saneamiento.
Cada año 2,300 millones de personas padecen de enfermedades relacionadas con la mala calidad del Agua.  
La Contaminación está extinguiendo la Biodiversidad.
Los conflictos de Agua son cada vez más violentos.
2 millones de niños en el mundo mueren cada  año debido a la falta de un vaso de agua limpia y un saneamiento adecuado, pero estas graves carencias no son debidas a la escasez de Agua, sino a otras causas entre las que se encuentran, la pobreza, la discriminación, las desigualdades y las Erróneas Políticas Gubernamentales.
En este siglo el Agua contaminada es la segunda causa de muerte infantil.
La falta de acceso al agua, desvía el progreso e impide el desarrollo humano y cobra más vidas que las enfermedades y las guerras.
Los más pobres del Planeta están pagando los precios más altos por el vital líquido y la Comunidad Internacional no logra que este tema sea una Prioridad Mundial.
El Mundo aún no está quedándose sin agua, sin embargo millones de personas viven en aéreas con posible desabastecimiento cercano.
Los ríos a nivel mundial se están secando, las personas están acabando con uno de los Recursos Naturales más valioso y está adquiriendo un pasivo ecológico insostenible que heredaran las futuras generaciones.


Cada Persona debe disponer al menos de 20 litros de Agua Limpia al día para cubrir sus necesidades básicas, lo cual es una garantía mínima para asegurar el Derecho Humano de Acceso al Agua.

A pesar que los Seres Humanos siempre necesitarán Agua para vivir, aún sin tener el dinero para comprarla, se está comerciando con el Agua, las grandes Empresas están esperando que este Recurso limitado sea incluido en los diferentes Tratados de Libre Comercio para que se convierta en una Mercancía cada vez más difícil de acceder como el Petróleo. El Agua es un bien común y colectivo, Patrimonio de la Humanidad  y elemento base de la Vida en el Planeta, por tanto debe ser excluida del Libre Mercado. Todos los Seres Humanos somos iguales en Dignidad y Derechos, no se puede discriminar, excluir, ni limitar a los pueblos, por su condición económica, el Acceso al Agua Potable con Calidad.

Según declaraciones brindadas por la ONU, "La calidad del agua del mundo está cada vez más amenazada con el aumento de la población, la expansión de las actividades industrial y agrícola, mientras que el cambio climático amenaza con alterar el ciclo hidrológico global". "Es hora de que haya un enfoque global" del problema, cuyas soluciones fundamentales se encuentran en la prevención de la contaminación, el tratamiento de las aguas y la restauración de los ecosistemas. Para lograr los objetivos de este Día, se han planteado 5 puntos de Acción: mejorar el conocimiento de la calidad del agua, expandir la comunicación y educación sobre el problema, un mejor enfoque financiero y económico, una mayor utilización de tecnología eficaz y el uso apropiado de herramientas legales, institucionales y reguladoras. La vida humana y la prosperidad dependen de nuestras acciones de hoy.


Insto a las Instituciones del Estado, Empresa Privada  y a la sociedad civil, que tengan entre sus prioridades la Calidad del Agua para tener Habitantes Sanos, objetivo que se logrará cuando exista Cooperación e integración de las instituciones públicas y privadas vinculadas al tema del agua, garantizándose de esta manera una gestión sostenible, eficiente y equitativa de los recursos hídricos.

Solo con la participación de todos los que habitamos este Planeta lograremos preservar y conservar los recursos naturales existentes, hagamos un Uso Racional del Agua, no tiremos basura cerca de los Acuíferos, no despalemos nuestros bosques y Reforestemos las Zonas cercanas a Lagos, Lagunas, Ríos, Riveras, Mantos Freáticos .

“Es obligación y prioridad indeclinable del Estado promover, facilitar y regular adecuadamente el suministro de agua potable en cantidad y calidad al pueblo nicaragüense, a costos diferenciados y favoreciendo a los sectores con menos recursos económicos. La prestación de este servicio vital a los consumidores en estado evidente de pobreza extrema no podrá ser interrumpido, salvo fuerza mayor, debiendo en todo caso proporcionárseles alternativas de abastecimiento temporal, sean en puntos fijos o ambulatorios”. (Arto. 5 de la Ley General de Aguas Nacionales, Ley No. 620).

miércoles, 10 de marzo de 2010

SALVADOR CARDENAL, NUESTRO GUARDABARRANCO QUE ALZÓ EL VUELO ETERNO


“Te cambio esos 20 años duplicados a causa de esta guerra innecesaria por la carnosa flor de la Esperanza”. Salvador Cardenal.

El 8 de marzo del año 2010, se apagó la vela de la vida de uno de los más grandes Cantautores de Nicaragua, Salvador Cardenal este Guerrero incansable de la Naturaleza, fue llamado por nuestro señor Jesucristo a compartir la vida eterna.

Nació bajo el nombre de Salvador de Jesús Cardenal Barquero, un 6 de octubre del año 1960 en México, pero su vida artística la desarrolló en Nicaragua, no obstante viajó por el mundo llevando su música a lugares tan lejanos como el Continente Asiático.

Salvador, según sus propias palabras quiso ser Cantante desde que era un niño, también le impresionó la pintura y destacó como un excelente Pintor, su amor por la Naturaleza lo llevó a convertirse en uno de los más fervientes Ecólogos de nuestro País.

Como Cantautor, Salvador Cardenal junto a su hermana Katia Cardenal formó en los años 80 el Dúo Guardabarranco, grabaron ocho discos y ganaron el segundo lugar en el festival OTI Internacional de 1990. Anterior a eso, en 1986, había obtenido el primer lugar como compositor e intérprete del Festival OTI de Nicaragua con la canción "Días de amar", un himno de amor a la naturaleza, a nuestra madre tierra.

El Guardabarranco fue un ejemplo, no solo por su amor al Medio Ambiente, sino por su patriotismo, ya que en los tiempos de la Revolución Popular Sandinista participó en los cortes de café, en la Cruzada Nacional de Alfabetización, algo con lo que se identificó plenamente y se hace evidente en canciones como “Guerrero del Amor” y “Dale una Luz”. Fue además un Defensor incansable de los derechos humanos.

A finales del año 2009, un Canal de Televisión Nicaragüense, transmitió una Entrevista realizada a Salvador, y me pareció que se estaba despidiendo de este mundo, si se analizaban sus palabras entendíamos que nos decía amo la vida, seguiré luchando hasta el final, pero si acaso me gana la batalla esta enfermedad os dejo mi obra que es inmortal. Y es que nuestro Guardabarranco fue herido por una extraña enfermedad hace 9 años, en los cuales luchó por este milagro hermoso –La Vida-, siempre sonriendo, alegre, cantando, así partió este pájaro en su último vuelo.

Decía Salvador, que todas las canciones deben nacer para transmitir un mensaje, el suyo fue el de darle voz a los arboles, animales, piedras a la naturaleza entera, a pesar que su juventud perteneció a una época en que no existía una Conciencia Ambiental, el buscó que su mensaje verde hiciera hueco en el pensamiento de sus compatriotas y de todo aquel que escuchara su música.
Nunca dejó de cantar, de soñar, de volar, de amar la tierra, la vida, a sus hermanos, a su patria, de hablar por los que no tienen voz, de gritar por los que callan, de ser amigo del bosque, de los animales, de las flores, del viento, esa mismo que hoy lo lleva entre su suave e invisible presencia al Olimpo donde están los que no mueren.

Como diría Bécquer, Salvador tu armazón de huesos y pellejos, ya no está en este mundo cada vez más material, pero tu mensaje, tu obra, tu legado, el amor que entregaste a tu tierra, se quedan por siempre en la historia de este pedacito de mundo –tu Nicaragua en paz que tanto soñaste-, por eso esta no es la despedida es el inicio de un viaje que nunca termina, porque nadie te olvidará, no te decimos adiós simplemente porque aquí te quedaste por siempre”

“Vienen ya ríos con agua sin envenenar, agua que beben los que tienen sed, igual que usted…Vienen días de amar la tierra que habitas”. Salvador Cardenal

lunes, 8 de marzo de 2010

EN EL DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER, NUESTRO DERECHO A LA IGUALDAD





El Día Internacional de la Mujer, se celebra cada 8 de marzo, como un homenaje a las Mujeres Trabajadoras, Obreras que fueron quemadas en una textilera de Nueva York en el año 1857 cuando se encontraban en huelga, reclamando mejores derechos laborales –Salario digno y 10 horas de trabajo- (esta es la versión más aceptada para la celebración del Día Internacional de la Mujer).


Posteriormente las obreras textiles se siguieron movilizando, así en marzo de 1908, 15.000 obreras marcharon por la Gran Manzana gritando "Pan y rosas", abogando con estas palabras por un aumento salarial y condiciones laboras dignas.

En el año 1910, la Alemana Clara Zetkin durante un Congreso Internacional de Mujeres Socialistas, fue la primera en proponer que se declarara el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, como un reconocimiento a esas mujeres que entregaron su vida en la lucha por una vida digna y la equiparación de derechos de los Obreros con respecto a las Clase Social Dominante.



A pesar de más de un siglo de luchas sociales, aún en la mayoría de los Países, a las mujeres se les violan sus derechos humanos y no tienen acceso a incidir en las Política de su País, a un Trabajo digno con un salario acorde a su desempeño profesional, a una Educación con Calidad y Gratuita, en países de extrema pobreza, ni siquiera tienen acceso al Agua Potable y una alimentación saludable. En la actualidad lo que comenzó como una reivindicación laboral se ha transformado en un movimiento que día a día lucha para que la equidad en el Mundo deje de ser una Utopía.



En este Día, insto y todas la Organizaciones que promueven los derechos de la Mujer deben instar a las Instituciones del Estado y Empresa Privada a asumir compromisos que garanticen la igualdad de género en todos los Ámbitos (Político, Cultural, Social, Educativo, Laboral, entre otros), de modo que lo establecido en la LEY DE IGUALDAD DE DERECHOS Y OPORTUNIDADES, Ley 648, se cumpla de manera imperativa.

“Pies para que os quiero, si tengo alas para volar”. Frida Kahlo.

viernes, 5 de marzo de 2010

¿CÓMO SE GANAN LOS JUICIOS?

Generalmente, cuando iniciamos el estudio de una carrera profesional, se nos presentan muchas interrogantes que escapan de nuestras manos en ese momento, es así que buscamos auxiliarnos de algunos textos que nos orienten. En el caso del derecho, que es una profesión muy competitiva y exigente desde que iniciamos a estudiarla debemos estar claro de conceptos básicos, así como de un itinerario a seguir para convertirnos en un Abogado excepcional, que no sea otro más del millón que existe.

Fue en esa búsqueda, cuando estaba en primer año que yo encontré el libro, ¿Cómo se ganan los juicios? De F. Lee Bailey, inmediatamente con solo el titulo captó mi atención, es lo que todos queremos, ganar los juicios y ¿Cómo lo hago?, en este Libro debería –por su nombre- estar la respuesta.

Lo leí y lleno mis expectativas, aunque haya algunos casos en las que no concuerdo con el autor, la verdad es que en lo general el Libro nos da una guía detallada de las cualidades que debe tener un Abogado, desde antes de serlo, es decir es el proceso de formación hasta que se gradúa, además de brindar sugerencias para mejorar nuestro desarrollo profesional una vez que nos graduamos.

Me parece interesante que el mismo Autor exprese, su desorientación inicial al estudiar derecho, precisamente fue esta falta de información, la que lo llevó a idear este libro, para que los nuevos estudiantes y recientes Abogados tengan esa guía que él, en la etapa en que lo necesitó, no pudo tener.

Entrando en materia, para F. Lee Bailey, un Abogado debe tener las siguientes cualidades: Ser un buen lector, en este aspecto, el Abogado debe tener la habilidad de tener rapidez de lectura, saber analizar e interpretar el texto, en el menor tiempo posible y debe ser un asiduo lector, leer y leer es el primer mandamiento del abogado; confianza en si mismo, esto le permitirá actuar con rapidez y decisión, cuando no hay tiempo para consultar a los demás; dominio de la Historia, filosofía, lenguaje y ortografía; buena memoria, para ser capaz de recordar, presentar y exponer datos precisos y coherentes.

“Las habilidades que son importantes en un Tribunal se van labrando, asentando y puliendo, necesitan práctica, mucha práctica. También se requieren confianza, disciplina y determinación. Si en algún lugar del sistema judicial hubiera un Abogado Litigante que no hubiese trabajado duro para llegar ser lo que es, esto sería un caso insólito e inaudito”.

lunes, 1 de marzo de 2010

TEORÍA MORAL Y JURÍDICA, LA GRAN OBRA DE SANTO TOMÁS DE AQUINO


Según Aristóteles, la felicidad, consiste en la actividad que perfecciona la más alta de las facultades del hombre, dirigida a los objetos más elevados y nobles. Por tanto concluye que la felicidad humana consiste primordialmente en la theoria, en la contemplación de los objetos más elevados, principalmente en la contemplación del Motor Inmóvil, Dios, aunque el goce de otros bienes, como la amistad y (moderadamente) los bienes externos, es necesario para perfeccionar la felicidad. La ética de Aristóteles era de carácter eudemonista, teleológico y marcadamente intelectualista, pues está claro que, para el estagirita, contemplación significaba contemplación filosófica; Aristóteles no se refería a un fenómeno religioso, como el éxtasis de Plotino. En la ética de Aristóteles no se encuentra la menor insinuación de una visión de Dios en una vida futura, y no es nada seguro que él personalmente creyese en la inmortalidad personal. El «hombre verdaderamente feliz» de Aristóteles es el filósofo, no el santo.

Por el contrario Santo Tomás de Aquino, -a pesar de haber adoptado un punto de vista eudemonista y teleológico similar al de Aristóteles-, señala que los únicos actos del hombre que caen propiamente dentro del campo de la moral son los actos libres, aquellos actos que proceden del hombre precisamente como hombre, como un ser racional y libre. Esos actos humanos (actiones humanae, a diferencia de actiones hominis) proceden de la voluntad, y el objeto de la voluntad es el bien (bonum).

Constituye una prerrogativa del hombre el obrar en vistas a un fin que ha aprehendido, y todo acto humano es ejecutado en vistas a un fin aprehendido; pero el fin o bien particular, para cuyo logro es ejecutado un acto humano particular, no puede perfeccionar ni satisfacer la voluntad humana, orientada al bien universal y que solamente puede encontrar satisfacción en el bien universal.

¿Cuál es el bien universal en concreto? No puede consistir en las riquezas, por ejemplo, ya que las riquezas son  simplemente un medio para un fin, mientras que el bien universal es necesariamente fin último, y no puede ser a su vez medio para un fin ulterior. Tampoco puede consistir en el placer sensible, puesto que éste solamente perfecciona al cuerpo, no al hombre entero; ni puede consistir en el poder, que no perfecciona a todo el hombre ni satisface completamente la voluntad, y del que, además, puede abusarse, mientras que es inconcebible que se pueda abusar del bien universal y último o que éste pueda emplearse para un propósito indigno o malo. Ni siquiera puede consistir en la consideración de las ciencias especulativas, puesto que es indudable que la especulación filosófica no satisface completamente al intelecto ni a la voluntad humana. Nuestro conocimiento natural se obtiene a partir de la experiencia sensible; pero el hombre aspira al conocimiento de la causa última tal como es en sí misma, y ese conocimiento no puede ser adquirido por la metafísica.

Por su parte, Santo Tomás afirma que Aristóteles,  se refería a una felicidad imperfecta, tal como puede lograrse en esta vida; pero Aristóteles, nada dice en su Ética de otra felicidad. La ética de Aristóteles era una ética de la conducta humana en esta vida, mientras que Santo Tomás no procede al desarrollo de la ética sin antes tomar en consideración la felicidad perfecta que solamente puede conseguirse en la vida futura, una felicidad que consiste principalmente en la visión de Dios, aunque incluya, desde luego, la satisfacción de la voluntad, en tanto que otros bienes, como la sociedad de los amigos, contribuyen al bene esse de la beatitud, aunque ningún bien, excepto Dios, es necesario para la felicidad3. En seguida vemos, pues, que la teoría moral de santo Tomás se mueve en un plano distinto del de la de Aristóteles, pues, por mucho que Santo Tomás se valga del lenguaje aristotélico, la introducción de la vida futura y de la visión de Dios en la teoría moral es extraña al pensamiento de Aristóteles4. Lo que en Aristóteles se llama felicidad es en Santo Tomás de Aquino felicidad imperfecta, o felicidad temporal, o la felicidad que puede alcanzarse en esta vida, y el aquinatense ve esa felicidad imperfecta como ordenada a la felicidad perfecta, que sólo puede alcanzarse en la vida futura y que consiste principalmente en la visión de Dios.

La afirmación de Santo Tomás de que la felicidad perfecta del hombre consiste en la visión de Dios suscita un problema verdaderamente difícil para todo intérprete de la teoría moral del santo, un problema que tiene una importancia mucho mayor de lo que al principio puede parecer. El modo común de presentar la ética de Santo Tomás ha consistido en asimilar ésta a la ética de Aristóteles hasta donde eso es compatible con la posición del aquinatense como cristiano, y en decir que Santo Tomás, como filósofo moral, considera al hombre «en el orden natural», sin referencia a su fin sobrenatural. Cuando el santo habla de beatitud como un filósofo moral, se referiría, pues, a la beatitud natural, es decir, a aquel logro del Bien Supremo, Dios, que es accesible al hombre en el orden natural, sin que sea necesaria la gracia sobrenatural.

Lo que le distinguiría de Aristóteles sería, pues, que, a diferencia de éste, el aquinatense introduce la consideración de la vida futura, a propósito de la cual Aristóteles nada dice. La beatitud consistiría principalmente en el conocimiento natural y en el amor natural de Dios tal como puede alcanzarse en esta vida (beatitud natural imperfecta) y tal como puede alcanzarse en la vida futura (beatitud natural perfecta). Serán buenas aquellas acciones que conducen al logro de la beatitud o son compatibles con éste, mientras que serían malas las acciones incompatibles con la beatitud. El hecho de que Santo Tomás hable del logro de la visión de la esencia divina (que es el fin sobrenatural del hombre, y no puede alcanzarse sin la gracia sobrenatural) cuando debíamos esperar que continuase hablando como un filósofo moral, se debería, entonces, a que en la práctica no separa metódicamente los campos del filósofo y del teólogo, y habla unas veces como lo uno y otras como lo otro, sin dar una clara indicación del cambio. Otra posibilidad sería la de explicar las referencias a la visión de Dios como si significasen no la visión sobrenatural de la esencia divina, sino meramente el conocimiento de Dios que podría alcanzar el hombre en la vida futura si no tuviese un fin sobrenatural. De una u otra de esas maneras podría hacerse de santo Tomás un filósofo moral que completó la ética aristotélica mediante la introducción de una consideración de la vida futura.

Desgraciadamente para los mantenedores de esa interpretación, no solamente Santo Tomás parece referirse a la visión de Dios en su sentido propio, sino que incluso habla de un «deseo natural» de visión de Dios. «La beatitud última y perfecta solamente puede consistir en la visión de la esencia divina». Explican algunos comentaristas, no hace referencia a la visión de Dios como bien supremo, como Él es en sí mismo, sino sólo a la visión de Dios como causa primera. Pero, ¿cómo podría santo Tomás hablar del conocimiento de Dios como causa primera como si tal conocimiento fuera o pudiera ser una visión de la esencia divina? Por la luz natural de la razón podemos conocer que Dios es causa primera, pero santo Tomás afirma que «para la perfecta beatitud se necesita que el entendimiento pueda llegar a la esencia misma de la causa primera». Y, en otro lugar, «la beatitud última consiste en la visión de la esencia divina, que es la esencia misma de la bondad». Para el logro de esa visión hay en el hombre un deseo natural: el hombre desea de un modo natural conocer la esencia, la naturaleza de la causa primera. Estuviese o no acertado santo Tomás al decir eso, me parece inconcebible que pretendiese significar simplemente lo que Cayetano llama una potentia obedientialis. ¿Qué puede ser un «deseo natural», si no es algo positivo? Por otra parte, no se puede suponer que santo Tomás pretendiese negar el carácter sobrenatural y gratuito de la visión beatífica.

Santo Tomás de Aquino, es el mayor representante de la "escolástica". Junto San Pablo y San Agustín, brindó valiosos aportes del pensamiento jurídico-filosófico. La escolástica -que debe su nombre al surgimiento y actividad de las escuelas conventuales y catedralicias- alcanza su máximo apogeo a través de la doctrina de Santo Tomás de Aquino (1224-1274).

Santo Tomás, a partir de cuyo pensamiento se dibujan los lineamientos definitivos de la doctrina cristiano-católica, que importa la más completa elaboración teológica realizada y la suma de la reflexión filosófica de su época, se proyecta en el tiempo, legando a las generaciones futuras hasta la actualidad, un verdadero sistema que ha gravitado profundamente sobre la humanidad. No hay en ese sistema, fuerza es admitirlo, genial originalidad. Hay sí una portentosa capacidad de síntesis y sistematización.

Toda la labor del Aquinatense es de un equilibrio extraordinario, que le permite acoger elaboraciones de las más variadas fuentes y hacerlas armonizar en un sistema sólo comparable a los grandes sistemas antiguos y modernos. Varias y fecundas son las fuentes para conocer los aportes de Santo Tomás a nuestra disciplina: sus famosos tratados de la ley y de la justicia y el derecho, y la no menos famosa Summa theologica.

a)    La teoría de la ley

Este aspecto de la doctrina del Aquinatense, desarrollado en su trabajo De legibus contenido en la Summa theologica, tiene singular interés, habiendo hecho decir a Balmes2S que es un trabajo tan logrado, que a quien lo haya comprendido a fondo, nada le queda por saber en cuanto a los grandes principios que debe seguir el legislador en su tarea. No se plantea Santo Tomás el problema de la necesidad de la existencia de las leyes, tema que sólo ligeramente es referido por el iluminismo jurídico y definitivamente planteado en las doctrinas científicas a partir de Savigny.

Encuentra el origen etimológico de la ley, no en la expresión latina legere (leer), de donde la había hecho derivar Cicerón, ni en el deligere indicado por San Agustín, sino que sin despreciar esas etimologías, exige para la ley la del verbo latino ligare (ligar u obligar), estableciendo así el carácter vinculatorio o ligante de la ley. Ley -dice Santo Tomás- "es una ordenación de la razón tendiente al bien común, promulgada por aquel que tiene el cuidado de la comunidad", donde estarían señalados, inclusive en un orden de prelación jerárquica, los elementos razón y voluntad, que se debatirán durante la decadencia de la escolástica (quaedam rationis ordinario ad bonum commune ab eo qui curam communitatis habet promulga/e, 1-11-9-90, arto 4°).

La ley eterna es la razón sabia de Dios, en cuanto dirige toda acción y todo movimiento, recurriendo en su conceptualización al ''todo en el universo está ordenado" de la Epístola a los romanos, donde está lo más importante del pensamiento de San Pablo. La ley natural es una participación de la ley eterna en la criatura racional, en virtud de la cual siente ésta una tendencia espontánea hacia su fin y su operación. Es la impresión en nosotros de la luz divina, que nos permite discernir claramente lo bueno de lo malo. Esta idea de ley natural, indisolublemente vinculada al concepto de ley eterna, importa un traslado de aquellos principios despojados de la idea de eternidad propia de Dios e incardinados en seres inteligentes y dotados de razón, lo cual señala asimismo, el sentido imperativo y obligatorio de la ley natural. Esta ley natural es, para Santo Tomás, universal, cognoscible, irrefutable e indeleble. Ley humana no es término sinónimo de ley positiva, ya que si bien toda ley humana es positiva, no opera el principio contrario, en cuanto la ley positiva connota idea de contraposición a ley natural, mientras que la ley humana, además, señala el origen de la disposición.

b)    La teoría de la justicia

En la teoría de la justicia de Santo Tomás es donde más se advierte la recepción del pensamiento aristotélico que mencionamos y donde se evidencia también el esfuerzo de sistematización ecléctica de Aristóteles, con la aplicación práctica de la jurisprudencia romana, prolijamente sintetizada por Santo Tomás.
Define la justicia, siguiendo la fórmula expresada por Ulpiano, débilmente modificada, como el "hábito por el cual con perpetua y constante voluntad es dado a cada uno su derecho”. En el enfoque de  la justicia particular, es decir cuando la justicia ordena a otro, pero considerado individualmente. Sigue las líneas  del pensamiento aristotélico, distinguiendo una justicia conmutativa, cuando la relación se da entre individuos dentro de una comunidad, y una justicia distributiva cuando se trata de la relación del cuerpo social con los miembros asociados.

La originalidad o el aporte del Aquinatense al tema de la justicia es su desarrollo de la justicia legal o social, es decir, en cuanto la justicia ordena a otro, pero en cuanto lo considera no individualmente sino como miembro de una comunidad a la que sirve. Donde, para utilizar el esquema elaborado por Cossio, se cierra el triángulo de la justicia.

La justicia -dice Santo Tomás- tiene por objeto regular nuestras relaciones con otro considerado socialmente, en cuanto servidor de una sociedad y, por lo mismo, de todos los hombres que forman parte de ella. Es evidente que quienes viven en sociedad están con ella en la misma relación que las partes con el todo. Ahora bien, la parte, en cuanto tal. Es algo del todo. De donde resulta que el bien de la parte debe estar subordinado al bien del todo. Es por eso, que el bien de cada virtud de las que nos conciernen personalmente, o de las que conciernen a nuestras relaciones con otras personas, debe ser referido al bien común, al cual nos subordina la justicia. Y según esto  los actos de todas las virtudes pueden pertenecer a la justicia, según que ordene al hombre al bien común".

La equidad ordena dejar a veces las palabras de la ley, siguiendo lo  que demanda la razón de la justicia y la utilidad común.

Conclusiones

Más allá de las críticas existentes hacia la Teoría de Santo Tomás de Aquino, su figura representa libertad y justicia  en una época  de muchas restricciones y violación de derechos humanos o mejor dicho la relegación de los seres humanos –clase baja- al tratamiento de una cosa. Sin lugar a dudas la doctrina de Santo Tomás es la mayor demostración de que podemos creer en un ser supremo         -Dios-, sin perder nuestra naturaleza de seres pensantes, es así como verdaderamente podemos acercarnos a la propia perfección de Dios. Nuestra razón es la que verdaderamente nos conduce a la fe, al Creador, el que imparte una verdadera justicia que escapa de los sentimientos humanos y de cualquier intelectualismo.

Los aportes dejados por Santo Tomás constituyen un legado muy importante jurídicamente hablando, especialmente cuando buscamos un concepto lógico del Derecho Natural, sin que se aleje de los preceptos establecidos en las Leyes, entendiendo por tanto que el Derecho Natural complementa al Positivismo Jurídico y que el Derecho Natural –Puro, sin intervención del ser humano- puede ser únicamente cambiado por Dios.


Bibliografía

Manual de Filosofía del Derecho;  Ariel Álvarez Gardiol
Historia de la Filosofía Tomo II De San Agustín a Escoto; Frederick Copleston