Han transcurrido ya veinticuatro días de este año 2012, en el
que se auguran muchas profecías que algunos $antos aprovechan, la verdad es que
todo tiene un comienzo y un fin, el de la tierra podría ser mañana o en un par
de años, depende de cómo sigamos deteriorando el medio ambiente, porque eso si
queda claro el fin del mundo empezó con la civilización de los seres humanos. ¿Será
este nuestro último año? Pues no existen elementos científicos que hablen de un
cercano cataclismo, ni las profecías de los Mayas hablan de un fin del mundo
exactamente, sino de un ciclo –ojalá sea espiritual, que tanta falta le hace a
esta sociedad-, es más en algunas regiones donde existen grupos de esta antigua
civilización, ellos están tranquilamente esperando un nuevo año.
Muchas personas están preocupadas por el inminente “fin del
mundo”, para que esperar o creer en un fin, es mejor vivir al Carpe diem,
disfrutando sin desaprovechar cada instante de nuestra vida, que importa si el
final es mañana o dentro de 50 años, eso nadie lo sabe.
En este año nuevo, luchemos por conseguir cada una de las
metas que nos hemos propuesto, somos los dueños de nuestro destino, no dejemos
que los prejuicios y el odio de este mundo materialista encadenen nuestros
sueños, no permitamos que otros decidan lo que es mejor para nosotros y sobre
todo no pongamos precio a nuestra dignidad.
Las acciones de hoy son los recuerdos de mañana, y queremos
tener los mejores recuerdos, caernos de la risa por esos bellos momentos y
sentirnos orgullosos de nuestros logros, de nuestro legado, de lo que fuimos,
de cómo nos recordaran los demás, de saber que pensamos diferentes, que no
seguimos las reglas de la oferta y la demanda, sino que fuimos libres con
nuestro cuerpo y nuestro pensamiento.
Depositemos nuestra fe en manos de Dios, no de hombres que
usan su palabra para satisfacer sus intereses.
Mis disculpas porque
esta nota llega con veinticuatro días de retraso.
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