“En la vida es más importante saber aceptar una derrota que celebrar una
victoria”
Después de un largo periodo de inactividad en el blog, debido
a ocupaciones laborales, han sucedido muchos acontecimientos en nuestro país,
que valen la pena reflexionar sobre el efecto que tienen en nuestra sociedad,
quizá el más importante sean las Elecciones Nacionales celebradas el pasado 6
de noviembre.
Se me presentó la oportunidad de conocer algunos Centros de
Votación, todo marchó en orden, las filas eran largas desde la 05:00 de la
mañana, se disfrutó de mucha paz y tranquilidad, verdaderamente fue una gran
fiesta cívica, en la que el pueblo nicaragüense ejerció su derecho soberano al
sufragio universal.
En el primer informe del CSE, se daba por entendido que el
ganador sin lugar a discusiones fue el Presidente Daniel Ortega Saavedra con
más del 60 % de votos, lo que no me sorprendió en lo absoluto, ni debe
sorprender a nadie, puesto que todas las encuestas previas arrojaban ese margen
de intención de votos.
Los que parecen sorprendidos ahora son los llamados partidos
de oposición, y volvemos al mismo circo que crearon en el 2008, ayudados por
Organizaciones cuya credibilidad deja mucho que desear y cuyo desempeño
institucional no es para defender los derechos de la mayoría, sino de las
potencias económicas que las financian y les mantienen jugosos salarios.
Increíblemente el día de ayer en conferencia de prensa el
señor Fabio Gadea, segundo lugar en estas elecciones, dijo sentirse ganador y
mantiene su posición de no reconocer el triunfo de la Alianza Unida Nicaragua
Triunfa. La elegancia, inteligencia y educación deben mantenerse siempre ante
la derrota o la victoria, a nadie le gusta perder, por eso es que siempre el
ser humano –por esa capacidad única de tener alma- siente en lo más profundo de
su adentro que es victorioso, aunque sepa razonablemente que su rival fue mejor
y por eso obtuvo el triunfo, quizá es lo que le sucede al señor Gadea ese
sentimiento de ansia de victoria le ha opacado la razón, porque todos los
organismos internacionales y nacionales no dudan de la victoria del Presidente
Ortega, sino que han señalado ciertas anomalías, como las ha habido en todo
proceso electoral, sino basta con recordar las elecciones del 96.
Es de sabios corregir errores, el señor Gadea debe reconocer
que ha perdido, no ante otro partido político, sino ante la voluntad del pueblo
nicaragüense, sobre todo porque no ha demostrado en que consiste el fraude
electoral del que habla, no ha presentado pruebas, ni siquiera indicios de que
verdaderamente existió “fraude”, ya que esta palabra no es lo mismo que
anomalía como ha dicho los Organismo de Observación Electoral.
Debemos reflexionar sobre la manera equívoca en que ciertos
sectores describen la democracia, ya que un ciudadano que cree en ella no puede
instar a la violencia, ni hacer acusaciones vanas, que en definitiva perjudican
únicamente a los nicaragüenses. No queda más que felicitarnos como pueblo, por
el excelente comportamiento que mostramos el 06 de noviembre y esperar una
actitud responsable de los partidos políticos que no ganaron, de los Medios de
Comunicación Social y de nosotros mismos.