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viernes, 21 de enero de 2011

CONCEPTOS GENERALES DEL ESTADO


Las ideas acerca de la configuración histórica y política del Estado han ido variando a través del tiempo sin que aparezca, hasta el final de la Edad Media, un concepto que tradujera, con un alcance general, su expresión jurídica e institucional.

En Grecia no hubo propiamente una instrumentación comprensiva de la organización jurídica que vinculara a los habitantes con el territorio, aunque puede reconocerse que la idea de lo que hoy se designa como Estado se hallaba subyacente dentro del concepto de polis, es decir, la organización de la ciudad griega.

Los romanos también carecieron de una conceptualización precisa del Estado y, en forma similar a lo acontecido en Grecia, designaron primero con el nombre de civitas al llamado Estado-Ciudad, utilizando finalmente la noción de res pública para aludir a la existencia de la propia comunidad política.

El advenimiento del feudalismo tampoco contribuyó a una modificación sustancial de la concepción romanista, aplicándose el término land como equivalente al territorio. La institucionalización de Estado constituye la culminación de un proceso que se inicia en las principales ciudades italianas (Florencia, Genova, etc.) durante el siglo xv. Allí aparece la expresión lostato para designar en general a toda organización jurídico-política y su forma de gobierno, ya fuera que esta última tuviera carácter monárquico o republicano.

Después de atravesar por interpretaciones que respondían a particulares circunstancias históricas, la consolidación territorial de los Estados, operada a partir del siglo XVII junto a la aparición de numerosos sistemas políticos y filosóficos, dio lugar a las más variadas concepciones acerca del Estado.

Como consecuencia de ello, dentro de la Teoría del Estado, diversos enfoques se han formulado 4; sin embargo el concepto de Estado como la perfecta organización jurídico-política de la comunidad que procura el bien común y su consideración como un objeto real, no ideal, constituye la concepción con mayor arraigo en el campo de las doctrinas que se inspiran en la filosofía cristiana.

TEORÍA DEL ESTADO

El Estado —se ha dicho— "no es otra cosa que una sociedad políticamente organizada, y no puede haber sociedad sin organización política; la realidad del Estado, de la sociedad civil, no es ni la sociedad ni el orden político por sí solos, sino su compuesto, de manera que entre Estado y Sociedad no existe ninguna separación real".
Según Aristóteles, el Estado constituye una asociación política natural y necesaria, cuya esencia radica en la propia naturaleza humana. Tal alianza o asociación es necesaria para la perfección del hombre y no constituye una unión transitoria en búsqueda de un fin individual sino la asociación estable, orgánica y perfecta cuya finalidad es la realización de la virtud y de la felicidad humana.

La característica esencial que distingue al Estado de otras comunidades, de acuerdo con la concepción aristotélica, es su "autarquía o autosuficiencia", en el sentido de que el Estado se halla integrado de tal forma que no precisa ni depende de otra comunidad para la realización de sus fines. Sin embargo, a diferencia de Platón, que no acepta la existencia de asociaciones intermedias entre el Estado y el individuo, Aristóteles las admite como organizaciones convenientes para la ordenación de la convivencia entre los hombres.
Todo ello se condensa en la clásica definición que concibe al Estado como "la comunidad perfecta o soberana".

La comunidad constituye el género próximo de Estado mientras que el calificativo "soberana o perfecta" permite diferenciarla de otras asociaciones (diferencia específica), significando la Alianza o unión estable, consciente y voluntaria de personas para alcanzar un fin común. En cambio, lo específico del Estado reposa en la cualidad de "perfecta o soberana" que posee tal comunidad al bastarse a sí misma. Santo Tomás incorpora a la concepción cristiana la filosofía aristotélica sobre el Estado dando origen a la escuela que, bajo la designación de "escolástica", tendrá una extraordinaria influencia en Occidente y cuya gravitación perdura hasta nuestros días. El Estado es la institución necesaria y fundamental que deriva de la naturaleza social del hombre. Su finalidad es establecer el buen orden de la vida y, sin relegar el fin sobrenatural del hombre ni sus condiciones morales, considera que la persona humana no puede alcanzar la perfección si no se supedita a los medios y fines de la comunidad estatal. Por ello, el bien común es en esta filosofía la fuente en la cual deben inspirarse los gobernantes, sin perjudicar la condición y dignidad individual de cada integrante del- Estado.

El principio que unifica y otorga coherencia a la organización estatal es el de la "autoridad", que se mantiene por intermedio del "poder" 13, el cual actúa con el fin de asegurar el orden social fundamentalmente a través de la ley, que siempre debe ser justa, conforme con la naturaleza y apropiada a las costumbres del país. El poder del Estado no es absoluto, pues se encuentra limitado por la ley natural, no se localiza en un individuo o conjunto de individuos sino en la propia personalidad del Estado, donde reside en forma exclusiva.

BIBLIOGRAFÍA

Cassagne: Juan Carlos. Derecho Administrativo I. 

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