Hace unos días, en esas horas en las que el sueño está lejano, escuchaba la Radio para distraerme y hacer el insomnio pasajero, cambiando de estación a estación, de pronto una llamó mi atención, hablaban sobre el Violinista Paganini, de quien solo sabía que era un Prodigio del Violín y que en su tiempo se le consideró asociado a fuerzas oscuras, sin embargo en la nota, dieron un enfoque diferente de Paganini, que me gustó mucho. Para no hacer larga la historia, referían que en cierta ocasión cuando a este famoso violinista le tocó realizar una presentación, el violín que usaba fue perdiendo de una en una las cuerdas, hasta quedar únicamente con una cuerda, cada que se reventaba una cuerda todos paraban pero paganini no, y no paró nunca, resultando ser una de las mejores presentaciones del Violinista, que recibió una gran ovación del público.
Continuaron diciendo que Paganini, no solo es un Violinista genial, sino que es el símbolo del profesional que continúa adelante, cuando todo parece imposible y terminaron con una frase que merece ser citada y por la cual nace este post, “Victoria es el arte de continuar donde otros resuelven parar”.
En un mundo, en que medimos el éxito de acuerdo a los bienes materiales que hemos adquirido, sin importar la manera en que se han conseguido, esta frase es muy cierta, la victoria, no es precisamente siempre vencer, siempre ganar, al contrario, Victoria es seguir adelante cuando el camino está lleno de piedras y parece interminable, es levantarse después de cada caída aunque haya dolido mucho el golpe, es entregar todo en la marcha, es tener una sonrisa en el rostro que se deriva de nuestra satisfacción por lo que hacemos, victoria es entrega total, es vivir al máximo, es recorrer nuestro camino con dignidad, perseverancia y disciplina, pero sobre todo con el coraje de no rendirnos nunca.
Talvez alguna vez nos hemos decepcionado mucho por todos los obstáculos que nos aparecen y que no nos dejan alcanzar nuestras metas, pero cuantas veces tratamos de ver más allá de las lágrimas, más allá de lo negativo y así encontrar esa luz perdida, por eso debemos aferrarnos como mendigos al amor de dios, porque esta vida es incierta y sin imaginarnos a veces tropezamos con piedras que nosotros mismo pusimos en el camino.
Nunca nos detengamos, sigamos adelante cuando otros nos digan que no podemos continuar, no hay obstáculos que con esfuerzo y convicción sea más fuerte que nosotros.
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