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viernes, 16 de septiembre de 2011

EL CASO “PADRE PUPIRO”


Como integrante de la gran familia católica de este país, recibí con mucha consternación la noticia sobre el asesinato del padre Marlon Pupiro, Párroco de La Concepción, Departamento de Masaya, creo que aun hoy, no logro explicarme cómo es posible que alguien pueda privar de la vida a un semejante, máxime cuando este ha vivido para servir a la comunidad y era merecedor del aprecio y respeto de los lugareños.

A raíz de este condenable hecho, han surgido las más burdas y ofensivas  teorías, tales como, que el Gobierno fue quien planeó su ejecución o que el Padre Pupiro era homosexual y mantenía una relación sentimental con el homicida. En verdad nos ha consternado este suceso pero la consternación no da lugar a la conspiración o especulación.
Diversos sectores, según sus propios intereses, han utilizado y manipulado esta noticia, haciendo creer que existe algo más que la violencia que nos acecha detrás de este asesinato.

Que el Gobierno tuvo algo que ver en esto, no tiene ningún fundamento, porque si analizamos más allá de los ecos que escuchamos en los medios de comunicación, justo en estos momentos la Iglesia Católica goza de grandes relaciones con este Gobiernos o al menos una gran parte de ella, tal es el caso del Cardenal Miguel Obando, que aunque esté en retiro es el de mayor influencia en Nicaragua y aunque existieran diferencia entre el clero nicaragüense, como personas y servidores a los ideales de Cristo “la otra iglesia” encabezada por el Cardenal Obando hubiese condenado y denunciado la actuación del Gobierno. Por otra parte existen otros sacerdotes, que realizan críticas públicas, quizá demasiado excesivas al Gobierno y no han sido agredidos, por lo tanto es ilógico que alguien pueda afirmar con certeza y sin miedo a equivocarse que este Gobierno es responsable de la muerte del Padre Pupiro.

Ahora bien, en lo que respecta a lo que muchas personas afines a otras religiones han afirmado, es muy fácil criticar, ofender y destruir el honor de alguien que no puede defenderse, ni desmentir las palabras de odio de los demás, ¿Qué hacía el padre en un hotel en la madrugada?, quizá solo lo sepa, pero esto no quiere decir que haya una historia vergonzosa, al contrario él era un ser humano como cualquiera de nosotros, con derecho a tener una vida privada, en el lugar y en la condición en que hubiese estado, nadie absolutamente nadie tenía el derecho de quitarle la vida, y hoy nadie tiene el derecho de utilizar su figura como medio para sus fines y mucho menos de tratar de denigrar su honra y su obra, recordada con esmero por los concheños.

A poco más de un mes para las elecciones en Nicaragua, pareciera que hay personas que urgen de sembrar o de hacer pensar a nacionales y extranjeros que nuestro país vive una situación de caos, la cual no existe. Este crimen pasa a engrosar la lista de personas que son asesinadas, producto de la violencia y falta de valores espirituales que nos acecha hoy en día, cabe recalcar que hay un criminal “confeso” en prisión, gracias a la policía más eficaz de la región.

Padre Marlon Pupiro descanse en paz.

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