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lunes, 5 de julio de 2010

INSTRUMENTOS FINANCIEROS PARA LA GESTIÓN Y REMEDIACIÓN DE PASIVOS AMBIENTALES



Las transformaciones producidas en el perfil de la actividad industrial, han puesto de manifiesto la necesidad de desarrollar nuevos instrumentos jurídicos e instituciones con el fin de sanear los innumerables pasivos ambientales generados durante décadas, en las cuales existió escasa preocupación por la preservación del entorno. Por otra parte, el nuevo contexto regulatorio ambiental exige el desarrollo de nuevos instrumentos de gestión, para por un lado prevenir y por otro manejar con criterio racional, las consecuencias negativas para el ambiente, toda vez que una cuantificación precisa de los daños potenciales y la fijación de parámetros claros de calidad son requisitos indispensables para una política previsible de gestión de riesgos.

En líneas generales, la necesidad de contar con reglas claras para la recomposición ambiental, ya sea mediante la institución de fondos de garantía, mecanismos aseguradores ligados a topes indemnizatorios predeterminados, junto con reglas consistentes y claras, es una discusión común a muchos países de la región.

Pasivos ambientales e instrumentos de internalización de costos ambientales

La promoción de la internalización de costos ambientales por medio de instrumentos económicos y financieros, tiene como propósito que los agentes reciban señales adecuadas desde el sistema de precios e incorporen entre sus objetivos, motivaciones permanentes para hacer un manejo sustentable de los recursos naturales y para reducir la generación de contaminantes y residuos y con ello, los efectos ambientales negativos inherentes.
Los instrumentos económicos pueden requerir, para su plena eficacia y eficiencia, valuar costos ambientales como premisa para la internalización, o bien, pueden operar a partir de umbrales, arrojando como resultado precios que incorporen plenamente costos sociales. De ahí, la importancia de adoptar y aplicar metodologías de evaluación económica para el ambiente, que han sido utilizadas con cierto éxito en nuestro país, así como
desarrollar otras nuevas.

Estos instrumentos deben comprender una supervisión y unos controles apropiados para garantizar la transparencia del mercado y una competencia equitativa. Simultáneamente, para mantener y mejorar la responsabilidad de las empresas en relación con las cuestiones ambientales, para que se tomen en consideración todos los gastos y riesgos ambientales, contribuyendo, como se analizara anteriormente, a que la contabilidad ambiental marque el curso de las actividades, las empresas deberían: a) difundir en sus informes anuales, los pormenores de su política y sus actividades de medio ambiente, así como los efectos de éstas; b) revelar, en sus sistemas de contabilidad los gastos en programas de medio ambiente (lo cual requiere una definición clara de dichos gastos); y c) tener en cuenta, en su contabilidad, los riesgos ambientales y los futuros gastos relacionados con la protección del medio ambiente.

La aplicación de instrumentos financieros para la gestión y remediación de pasivos ambientales, reconoce dificultades prácticas, basadas fundamentalmente en que frecuentemente, se carece de información sobre el estado físico del medio ambiente, o la información es insuficiente, no se tiene certeza de los límites de tolerancia del medio ambiente así como de los costos de los daños al medio ambiente (o los beneficios de su reparación).
Los costos de la “falta de acción” son complejos para su determinación, y los métodos de cuantificación se encuentran aún en fase experimental, en razón que para medir el valor del medio ambiente para las futuras generaciones, debemos elegir un parámetro de valoración apropiada, que no necesariamente será cuantitativo sino cualitativo, lo cual constituye en sí
mismo un tema controvertido.

Determinados aspectos del medio ambiente no tienen precio, o pueden no tener precio -pero siempre tienen valor-, y consecuentemente pueden no ser adecuados para los mecanismos económicos normales de fijación de costos tales como el análisis costo/beneficio o el libre juego de las fuerzas de mercado. En los casos en que no es posible realizar la valuación económica y la determinación de los costos de forma satisfactoria, como señaláramos anteriormente, la evaluación cualitativa representa una herramienta indispensable para acelerar la plena integración de las consideraciones ambientales en el proceso de toma de decisiones y lograr la transición hacia el desarrollo sostenible, mientras se continúa el desarrollo de instrumentos tales como indicadores ambientales y las evaluaciones de impacto ambiental a nivel de programas y políticas.

Básicamente cuatro elementos caracterizan a los instrumentos económicos: a) la existencia de un estímulo financiero; b) la facultad del agente contaminador de reaccionar en forma libre ante ellos; c) la intervención estatal y d) la finalidad protectora del medio ambiente.

En algunos casos, la responsabilidad objetiva ha podido llevar a las grandes empresas a escindir o delegar en empresas más pequeñas determinadas actividades de producción que representan un riesgo, al objeto de eludir dicha responsabilidad. Estas empresas más pequeñas, que no suelen disponer de los recursos necesarios para aplicar sistemas de gestión de riesgos tan eficaces como los de las empresas de mayor envergadura, son a menudo responsables de un porcentaje de daños superior del que cabría esperar en función de su tamaño. Por otra parte, es más probable que carezcan de los recursos financieros necesarios para la reparación de los daños que hayan provocado.

Los seguros ambientales

Existe una complementariedad entre los sistemas de responsabilidad ambiental y los instrumentos financieros, ya que ningún instrumento por sí solo es eficaz para todos los tipos de contaminación o daño ambiental.

Uno de esos instrumentos complementarios, son los seguros ambientales. La asegurabilidad del riesgo ambiental es importante para garantizar la consecución de los objetivos del régimen de responsabilidad ambiental, operando como garantía financiera para asegurar la reparación del daño ambiental. El hecho de poder contar con un seguro, reduce los riesgos a
los que se ven expuestas las empresas (quienes los transfieren parcialmente a los aseguradores). De este modo, también se mostrarán menos interesadas en tratar de eludir su responsabilidad.

El país con mayor desarrollo en materia de seguros ambientales, es Estados Unidos. Su mercado asegurador ha tenido diversas etapas, en consonancia con la evolución de la legislación y la interpretación jurisprudencial.
La Insurance Services Office de EE.UU. promulgó como estándares opcionales de cobertura el CG 0422y CG 2415 para extender la cobertura de responsabilidad civil general (Commercial General Liability equivalente a nuestra Responsabilidad Civil) e incluir la cobertura del riesgo de contaminación.

Según Walsh - Vidal de Lamas (2003), los principales tipos de cobertura son:
a) Contractors Environmental Impairment Liability:
Es una póliza de responsabilidad por contaminación, que consiste en un responder por cualquier reclamo por lesiones corporales, daños a la propiedad o gastos de limpieza causados por condiciones de contaminación inesperadas e involuntarias. Se establece un límite monetario de responsabilidad por los reclamos. En la actualidad, es el que el mercado argentino está usando con mayor frecuencia.

b) Enviromental Remediation Insurance:
(Cobertura por remediación ambiental). Se remedia o limpia la contaminación preexistente de un predio; puede extenderse hasta la cobertura de remediación de sitios vecinos que recibieron la contaminación del predio en cuestión.

c) Landfill environmental liability:
(Para compañías que disponen residuos). Es la manera en que una empresa que maneja y dispone residuos, puede demostrar que tiene capacidad de responder económicamente por la contaminación causada por sus operaciones. Un mercado potencial para este producto, son las plantas de disposición final de residuos conforme la legislación argentina.

d) Directors pollution guard:
(Cobertura para directores y gerentes por incumplimiento de legislación ambiental). Esto cubre cualquier responsabilidad por las demandas dirigidas contra los directivos de una empresa y sus bienes personales, por  lo que se hace imprescindible tener registro de los actos corporativos con el fin de demostrar la falta de negligencia. Hipotéticamente, este seguro podría cubrir los casos previstos por la ley 24.051.

e) Environmental Impairment Liability:
(Cobertura contra acciones por contaminación). Cubre daños causados por contaminación accidental o gradual. Cubre daños a las personas o a la propiedad y gastos de limpieza. El asegurado deberá probar que tiene estructurado un esquema de prevención y manejo de riesgos. Este seguro es quizás uno de los más difíciles de imaginar para el contexto actual de Argentina.

f) Environmental consultant’s liability:
(Cobertura para errores y/u omisiones profesionales). Este es una suerte de seguro por mala praxis, asimilable a un seguro por responsabilidad profesional.

g) Pollution legal liability:
Cubre la limpieza, los derrames, el impacto al vecindario, la contaminación a los recursos aire, agua y suelo; protege a contratistas y transportistas.

Bibliografía

Gestión y Remediación de Pasivos Ambientales Políticas y Atribución de  Responsabilidad: Alicia Morales Lamberti.

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